Capítulo 7

Nota: ¡heeey! Un pequeño comentario; he visto que muchas os estáis liando con lo de antes y después: 
-antes: finales de 2010 
-después: verano 2013 
He creado un HT para que me pongais los coments ahí :)) #SameMistakesDreamer. Twittear pls :) 
¡gracias!
________________________ 

Antes.
-¡Jane!
Me sobresalté de Harry y me separé de él rápidamente, dándome la vuelta y dirigirme a la voz que me ha interrumpida. Me sentí enfadada.
-¡¿Qué?! -respondí con brusquedad cortante.
Ellen me miraba con la boca entreabierta desde el pie de la escalera, todavía sujeta a la barandilla de ésta. No parecía hacerle demasiada gracia la escena que se había encontrado.
Sin añadir más palabra, se acercó a mí con pasos fuertes y estables, y me agarró del brazo con fuerza exagerada. Tiró de mí.
-Te la robo un segundito, eh -le dice a Harry, que puso los ojos en blanco y asiente como si no le importara.
Yo resoplé al respecto.
Tiró de mi brazo y prácticamente me arrastró hasta la cocina, donde me soltó con brusquedad, también exagerada, y me obligó a girarme para que quedara en frente suya. Se cruzó de brazos y me miró con una ceja encarnada y con los labios en un mohín.
-¿Se puede saber qué haces? -susurró con fuerza.
-¿Que qué hago de qué?
-Eres tonta. ¿Le estabas besando?
Me ruboricé levemente y bajé la cabeza para que ella no lo notada demasiado. Respondí encogiéndome de hombros.
-En realidad fue él quien...
-¡Me da lo mismo! Quiero una explicación. ¿Qué ha pasado?
Descubro que su compostura dura y tajante de antes estaba desapareciendo, y que se metamorfoseaba en una niña pequeña entusiasmada con cualquier cosa nueva que se había comprado. Me estaba asustando, ya que Ellen no se solía enfadar por esas cosas, pero me llevé un gran alivio cuando me di cuenta de que sólo era una tapadera.
-No lo sé -le sinceré.
Y era la verdad. No sabía qué acababa de pasar allí. Se había presentado sin avisar, completamente tranquilizado y yo estaba segura de que él seguía enfadado conmigo. Es más, podría haber apostado algo. Se había pasado tres semanas sin hablarme, sin llamarme, sin mandarme mensajes y yo estaba tan preocupada por que él nunca me perdonaría por un maldito mal entendido. Pero se presentó igualmente, como si nada hubiera pasado.
Ellen bajó la mirada y se tocó el brazo, sin querer mirarme a los ojos.
-Tengo que confesarte una cosa, Jane -levantó la mirada y sus ojos me miran centellando. No espera a que conteste para seguir:-. Esta tarde no he ido a comprar. Fui a su firma. Yo fui la que pegó a Harry, y después hablé con él.
Mis ojos se abrieron en sorpresa.
-Entonces...
-Sí. Le conté lo de Lena, y bueno... yo rompí a llorar y él me prometió que vendría a verte. ¡Pero no hoy! No sé cómo lo ha hecho. ¿Me... me perdonas?
Esbocé una de mis mejores sonrisas y me acerqué a ella para darle uno de mis mejores abrazos. Ella parece que se sobresaltó, ya suelta un pequeño grito de sorpresa y más tarde me pasa la mano por el cuello.
-¿Perdonarte? Tengo que darte las gracias.
Ella me da un pequeño empujón en el hombro para separarme de ella y me miró extrañada.
-¿Las gracias? ¿Por qué?
-Por ser la mejor amiga que podría haber deseado.

{Narra Jess}
Hacía rato que Ellen había salido de la habitación para ver qué estaban haciendo Harry y Jane. Según ella para “ver si es necesario separarles antes de que uno mate al otro”. A mí su teoría me pareció absurda. Dudaba mucho que Harry se haya presentado sólo para discutir con Jane. Me parecía incoherente se mirara por donde se mirara.
Así que estaba completamente sola en la habitación, sentada en la cama sin saber muy bien qué hacer para matar el tiempo. Había empezado a leer algún libro que no entraba en la estantería de la habitación de Jane, por lo que estaban en la habitación de invitados. Eran pocos, unos siete u ocho. Ojeé algunos muy por encima y maldije cuando no había ninguno que me llamara especialmente la atención.
Miré mi reloj. Quedaba hora y media para mi “cita” con Zayn. Yo no lo llamaba cita, pero Ellen se empeñaba por llamarlo de esa manera. No me molestaba en absoluto, pero prefería evitar llamarlo así.
Ellen, aparte de rallarme la cabeza con eso, me echó la bronca justo después de entrar en la habitación. Me había dicho que por qué había sacado el tema.
Sí. Vale. Tenía razón. No tuve que sacar el tema, y después de sacarlo me sentí horriblemente mal con ella. Hasta tuve en mente varias veces de acercarme hasta su habitación para disculparme. Pero había algo que me retenía para hacerlo y no sabía qué era.
Y luego me relajé considerablemente cuando Ellen me dijo que había venido Harry a hablar con ella. Me alivié casi al instante. Conocía a Harry tan bien como para saber que él no se presentaba en casa de alguien con el que supuestamente está enfadado para discutir.
Si va, es para arreglarlo. O por lo menos, para intentar hacerlo.
Ellen también me confesó que había sido ella la chica que le había pegado en público. Y entonces todas las piezas parecían empezar a encajar. Posiblemente, si Ellen no hubiera ido a ver a Harry en la firma, él no se habría presentado en su casa.
Al final, me cansé de dar vueltas por la habitación, por lo que salí de ella y bajé las escaleras despacio, sin querer hacer demasiado ruido.
Cuando llegué abajo, me encontré con una escena bastante familiar en los viejos tiempos: Jane dormida en el hombro de Harry, que le acariciaba el pelo despacio para no despertarla. Cuando me vio, me sonrió y saludó como si nada hubiera pasado.
Yo, aparentando no saber de nada, le miré extrañada, con el ceño fruncido pero con una bonita sonrisa luciendo en mi rostro. Me alegraba muchísimo por ellos.
Le pregunté en susurros dónde estaba Ellen y él me señaló la cocina. Le agradecí y me acerqué al sitio indicado por él.
Cuando llegué, vi a Ellen mirando por la ventana, con una galleta en la mano.
-¿Ya estás comiendo, gorda? -puse los brazos en jarras.
Ella giró la cabeza en mi dirección al escuchar mi voz.
-¡Oye! No me llames gorda, eh.
-¿Los has visto? -pregunté bajando la voz y señalando con el pulgar el salón.
Ella asintió con la cabeza con energía, con una gran sonrisa presente, tragando el último cacho de galleta que le sobraba.
-¡Son super monos, tía!
-¡Sh! Que te van a escuchar, y Jane está dormida.
-Normal. No duerme con decencia desde hace tres semanas. Se merece descansar un poco...
Estábamos las dos, en la cocina, fangirleando como si fueran una pareja de Hollywood o algo parecido. Yo estaba feliz por ella, y suponía que Ellen coincidía conmigo.

~

-No te entiendo. ¡Haz el favor de explicarte bien!
El chico suspiró exasperado con sarcasmo, aún con su sonrisa torcida bien presente en su rostro.
-Tu sólo tápate los ojos.
-Pero, ¿por qué?
-¡Tu hazlo!
Con un resoplido y un suspiro seguidamente, coloqué las manos delante de mis ojos sin siquiera estar molesta, pero hacía como que lo estaba para asustarle un poco.
Colocó una mano en mi espalda y con la otra me agarró la mano libre. Me guió pasos hacia delante y yo iba totalmente ciega. No veía más que negro y la verdad es que algo me asustaba. No era cuestión de confianza, era más cuestión de supervivencia.
Seguimos avanzando mientras él me daba alguna instrucción respecto al camino en el que andábamos. Bajo la gruesa suela de mis converse rojas notaba suelo liso y duro, por lo que sospeché que seguíamos en la calle y que no me llevaba a ningún descampado o algo así.
Llevábamos en la calle como unas tres horas, y yo no me cansaba de hablar y de hablar sobre cualquier cosa que a ambos se nos ocurría. Zayn realmente tenía una muy buena conversación. Mientras tanto ya era de noche y empezaba a hacer frío en la calle, pero no lo notaba demasiado a causa de lo bien que me lo estaba pasando. Si Ellen hubiera estado aquí hubiera sabido que no se trataba de una cita, si no de dos amigos que quedaban para pasar la tarde juntos. En toda la tarde había tenido cuidado de no mostrarse demasiado cariñoso a mi lado, y a mí no me importaba demasiado. Ninguno de los dos había hablado nunca de una relación seria.
-Cuidado, escalón -dijo, demasiado tarde, ya que yo ya casi estaba en el suelo.
-Ya, gracias -respondí irónica.
Qué gracioso.
-De nada.
Si hubiera tenido los ojos abiertos, le hubiera pegado. Pero como no era el caso, se tuvo que conformar con un resoplido.
-Vale. Ahora te pido que tengas cuidado.
-¿Cómo quieres que tenga cuidado cuando tengo los ojos cerrados?
-Shh.. Cállate. -Dejé de notar su mano contra la mía y su mano en mi espalda, y me inquieté unos segundos- Vale. Ahora da un paso bien grande. Exagera si quieres, pero bien grande -vuelvo a sentir su mano sujetando la mía.
Le hice caso y algo alterada, dí un paso largo, como él me indica y él vuelve a sujetarme para evitar caerme hacia atrás. Escuché unas voces detrás mías, y al instante, quedan amortiguadas después de un ruido sordo, como si nos hubieran encerrado en algún sitio.
Me hizo sentarme en un banco liso. Como de plástico.
-Ahora espera un segundo.
Asiento sin rechistar.
-Vale. Ya puedes abrirlos.
Intrigada y llena de ganas, abrí los ojos y ante mí vi Londres entero. Bueno. Bajo de mí. Me levanté de un salto y me acerqué la ventanilla. Nos encontrábamos en una de las cabinas del London Eye y desde nuestra posición, no demasiada alta, pero sí lo suficiente como para ver gran parte de la ciudad.
Exclamé un grito de alegría.
-¿Cómo has hecho para no hacer siete horas de cola? -dije, exagerando un poco.
-¿Bromeas? Soy Zayn Malik, esto es una gran fuente de publicidad para ellos ahora mismo, créeme.
Reí bajo. Se me olvidó ese pequeño detalle de que él entonces era famoso. Me di cuenta de que la fama no había acto de presencia en su forma de ser. Me agradaba la sensación.
Dí un pequeño saltito de sobresalto cuando me doy cuenta de que él quería entrelazar sus dedos con los míos. Yo tuerzo la mirada y le miré sonriendo.
-¿Por qué me has traído aquí, Zayn?
-Bueno. Aquí no tengo una cámara en cada esquina en la que voy, y puedo hacer cosas que en público no puedo si no quiero que me maten.
Fruncí el ceño, no siguiendo muy bien su tema de conversación.
-Cosas, ¿como cuáles?
-Cosas como besar tus mejillas, acariciarte el pelo, cogerte de la mano. Esas cosas. No sólo me odiarían a mí, si no que tú también sufrirías las consecuencias.
-Me da igual -susurré. Casi deseé que él no lo hubiera escuchado, pero sonrió al hacerlo.
-¿Te da igual? -sonrió de acuerdo conmigo, rodeando mi cuello con su brazo y atrayéndome hacia sí.
Con una risa baja, me acerqué a él y le abracé como él a mí.
-Jess, ¿puedo hacerte una pregunta?
-Es la pregunta más estúpida que se ha creado. Claro que puedes.
Noté cómo su pecho subía y bajaba a causa de la carcajada que suelta.
-¿Cómo ves esta... relación?
Si estuviera comiendo o bebiendo algo, seguramente me hubiera atragantado con la pregunta. No me la esperaba en absoluto nada de aquello, ni charlas sobre lo “nuestro”, si es que lo había. No había pensado en aquella pregunta, y estuve varios segundos en silencio tratando de encontrar una respuesta adecuada.
-Erm... No entiendo la pregunta.
-Que si la ves como algo serio o como algo... no serio.
-Estoy muy a gusto contigo, Zayn. Pero no sé cómo responder a eso... ¿por qué lo preguntas?
Noté cómo tragaba saliva antes de responder.
-Porque yo estoy dispuesto hacer la relación oficial para las fans.

1 comentario: