17~


Capítulo 17:
-¡Ya estamos en casa! -gritó Liam
-Traemos comida -canturreó Niall
-Dos pizzas -le imitó Liam
-Y coca-cola -siguió Louis
-Mucha coca-cola -añadió Ellen
-Y galletas príncipe -acabó Lena
-Ya os hemos oído, gracias -dijo Zayn, desde la cocina.
Avanzamos hasta donde estában ellos y dejamos las bolsas en las encimeras.
-¿A quién pretendeis alimentar? ¿A todo un ejército? -dijo Jess, al ver todas las bolsas.
-Ya te había dicho que llevábamos mucha Coca-Cola -dijo Ellen, después de dar un largo trago de agua.
-Ei, esta noche hay partido -interrumpió Zayn.
-¿Si? ¿Quién juega?
-Inglaterra contra España
-¿Enserio? ¿En la mundial? -pregunté entusiasmada.
Zayn asintió.
-Uuuh, pues vamos a verlo, ¿no? -Lena se frotó las manos
-Eso habíamos pensado.
-Genial.
-¿Desde cuándo te gusta el fútbol, Jane? -preguntó Niall.
-De toda la vida -respondió Ellen por mí -. Es una fiera, no hay quien la controle cuando ve un partido.
-Tampoco es para tanto.
-Joder que no, le gritaste al camarero.
-Eso fue distinto, ibamos perdiendo 0-5 y había tiradas a puerta que yo misma podía haber metido. Pero me puedo controlar cuando quiera.
-Yo quiero ver eso.
-Yo tambien -Harry me guiñó un ojo.
-Pues ya vais a ver, voy a estar controlada, es más, voy a estar controladísima.
-Supongo que animarás a España conmigo, ¿no? -Jess se puso a mi lado.
-Pues claro que sí, les vamos a ganar a estos inglesitos.
-Eso ya lo veremos -Harry me miraba desafiante.
-¿Traemos palomitas? -preguntó Niall
-Sí
-Genial ¿a qué hora es el partido?
-A las 18:30
-¿Tan tarde? ¿Cuándo cenaremos?
-Pues después, por que cenemos un poco más tarde, no nos moriremos.
-O cenamos viendo el partido.
-Harry, y sus buenas ideas.

~

-¡Oh vamos! ¡Eso es falta!
-Jane, control.
Me volví a sentar.
-Estoy más que controlada. Pero son unos brutos.
-Estoy de acuerdo con tigo. ¡Casi le rompe un tobillo! -me apoyó Jess.
Me crucé de brazos, mirando la pantalla.
Harry, a mi lado, reía suave. Le miré.
-¿De qué te ríes? -dije, intentando no sonreír.
-"Eso es falta" -dijo él, imitando malamente mi voz.
Le fruncí el ceño, agarré el cojín de al lado mía y le di en el hombro con él.
-¡Auch!
-"Auch" -me levanté del sofá.
-Jane, no.. no te enfades -se levantó del sofá.
-No, no. No me he enfadado tss -dije, entrando en la cocina
Harry me sonrió.
-Era sólo una broma.
-Sí sí, ya lo sé.
Me dirigí hacia el microondas y saqué el cuenco caliente de palomitas.
-¡Jane! ¡Traeme un poco de leche, por favor! -gritó Lena desde el salón.
-Será vaga -murmuré.
Me di la vuelta y me dirigí al frigorífico, bajo la atenta mirada de Harry. Sonreí y solté una pequeña risita.
-¿Por qué me miras así? -dije, abriendo el frigorífico.
Saqué el cartón de leche y al cerrarlo y darme la vuelta, Harry estaba a unos centímetros míos. Se acercó.
-¿De verdad no te has enfadado?
Solté una pequeña carcajada.
-Claro que no, sólo era una broma
Tuve que apoyarme en la puerta del elecrodoméstico, ya que se acercaba cada vez más.
Comencé a ponerme nerviosa.
-Además -hice una pausa para tragar saliva-, yo también te...
Puso un dedo sobre mis labios, interrumpiendome, mirándome a los ojos.
-Entonces, ¿todo arreglado?
Asentí, sintiendo como se sonrojaban mis blancas mejillas.
Me sentí como fulminada por un rayo, como me atravesaban esos ojos verdes, paralizándome, siendo incapaz de moverme, ni siquiera respirar. Sus dedos palparon mis labios, me acariciaban la barbilla y subiendo por mis rosadas mejillas, hasta llegar a las sienes. Su respiración tranquila refrescaba mi cuello. Apartó un mechón de delante de mis ojos y sonrió.
Mientras sus dedos acariciaban mi cabello, la otra mano se apoyó suavemente en mi cintura, las mías, aún apoyadas en su pecho, subieron hasta sus hombros, conforme su cara se acercaba más a la mía, sus ojos mirándome fijamente.
-¡Jane! ¡Corre ven! ¡Penalti! -gritó Lena.
Suspiré
-¡Ya voy! -grité de vuelta.
Harry suspiró también.
Cogí el cartón de leche y el cuenco, ya frío, de palomitas, salí de la cocina, arrastrando los pies, entré en el salón.
-¿Quién tira?
-Ah, nadie, es para que vinieras más rápido.
Arqueé una ceja.
-Perra -me acerqué a ella y le dí el recipiente.
-¿Y el vaso?
-Te levantas, y lo coges.
Lena suspiró.
Me dirigí a Niall y le di las palomitas.
-Gracias Jane -me sonrió.
-De nada -le devolví la sonrisa.
Me senté en el sofá al lado de Jess.
-Lo mismo digo -Lena me sonrió, después de beber de morro.
Harry se sentó a mi lado.
Miré de reojo a Harry, que miraba indiferente a la pantalla, tocándose los labios. Cuando, de repente, se dió cuenta y me miró.
Aparté rápidamente la mirada, sonrojándome.
-Miiraa -Jess apoyó los codos en las rodillas y la cabeza en las manos -, qué bueno está Piqué, ¿que no? -me miró.
-¿Qué? -me pilló distraída.
-Piqué. Que está muy bueno.
-Ah -me encogí de hombros -, sin más. No sé.
-¡Atentas! El Piqué ese se acerca al área -Niall señaló la pantalla con la boca llena.
-Vaamoooos -murmuraba Jess
-No, no, no, no -murmuraba Zayn, mientras negaba con la cabeza.
-¡GOL!
Jess, Niall y yo nos levantamos y nos abrazamos.
-¿Tu no eres del equipo inglés o que? -preguntó Jess a Niall.
-No no, yo soy irlandés, y para chincharle un poco a este -dijo, jugando con el pelo de Zayn.
-Calla ya, duende -dijo él, hundiendo sus dedos en la barriga de Niall, que reía a carcajadas.
Me senté en mi sitio, al lado de Harry, que miraba divertido cómo jugaban.
-Te dije que ganaríamos -canturreé.
Me miró.
-Aún no habeis ganado -sonrió.
-Tú lo has dicho. "Aún"- arqueé las cejas, sonriéndole -sólo queda un cuarto de hora.
-¿A quién le toca preparar la cena? -dijo Yina, después de carraspear.
-A Lena y a Liam -dije
-Oooh, jopee. No me apetecee -se quejó Lena.
Liam se levantó y tiró de su brazo.
-Veenga, que hay pizza.
-Mmmm, pizza -Lena se levantó-, sólo hay que meterla al horno,¿no?
Harry asintió, mirándole.
Se frotó las manos y siguió a Liam a la cocina.
-Niall, ¿me das una palomita? -preguntó Zayn.
-Si no te la he dado antes, ¿qué te hace pensar que te la de ahora?
Zayn se ecogió de hombros.
-Pues no lo sé, la verdad. Tenía un poco de fe.
Reí
El árbitro pitó el final del partido.
-Muajajaja, chócala Jane -Jess y yo chocamos las dós manos en el aire.
Jess se levantó y revoloteó el pelo de Harry.
-Estais fuera inglesitos. Vamos a ganar la mundial.
-¿Qué te hace pensar eso? -respondió, colocándose bien los rizos.
-Bueno, acabamos de derrotar a los grandes y temibles ingleses y, somos campeones de Europa.
-Quedan bastantes partidos, puede pasar de todo.
-A partir de hoy, voy a animar a España -dijo Zayn, rodeando a Jess con los brazos
-Yo también, prometen mucho -dijo Louis, que seguía jugando con el collar de Yina.
-Ya, ya. Ahora que os hemos derrotado -reí bajito-. Que malos perdedores sois.
-Habló, la que perdió al Monopoly ayer.
-Eso fue distinto, hicisteis trampa.
-¡No es verdad!
-¡Si que lo es! Veíais que estaba ganando y cogisteis dinero de la banca cuando fui al baño. Todos menos Jess, que era la más limpia jugando.
-Sólo queríamos saber qué cara ponías -Harry me miró sonriendo, otra vez con esos ojos verdes penetrantes.
Aparté la mirada sin evitar colorarme. Por el rabillo del ojo, pude comprobar que sonreía satisfecho.
-¡Harry! ¿Cómo se enciende esta cosa? -gritó Lena desde la cocina.
-¿Otra vez? ¡Pero si ya os lo expliqué! -respondió.
-¡Tú ven!
Suspiró y se levantó del sofá. Jess se sentó en su sitio, al lado mía.
Yina se levantó y Ellen la imitó, estirándose.
-Voy a ducharme
-Voy a la habitación.
Las dos abandonaron el salón, subiendo al segundo piso.
Louis, Zayn y Niall salieron a la terraza.
-¿A dónde vais?
-A bañarnos, ¿os venís?
-Ahora vamos, tengo que hablar con Jane.
Fruncí el ceño, extrañada.
Zayn cerró la puerta.
-¿De qué quieres hablar? -pregunté mirándola.
-¿Qué hay entre tú y Harry?
Esa pregunta no me la esperaba.
-¿Entre yo y Harry? -solté una suave carcajada-. Nada, ¿por qué?
Jess me miró arqueando una ceja.
-Por favor Jane, creo que todos estamos viendolo.
-Pero, ¿qué dices? Sólo somos amigos, nada más.
-¿Sólo amigos? Sí, cómo vais juntitos a todos lados, hasta a la cocina.
Me puse colorada.
-Él me siguió.
-Bueno, si tu me dices que no hay nada, te creo.
-Gracias -suspiré aliviada.
-Pero que sepas, que se os ve muy cariñosos. Y yo miraría a Yina, la haces daño.
-Pero si sólo somos amigos, no lo entiendo. Tampoco quiero eso, es una amiga.
-Pues habla con ella, veo cómo os mira, cómo jugueteas con los cordones de su zapatilla.
-¡Pero bueno! ¿Qué pasa? Por que ella esté celosa de todos mis movimientos, ¿tengo que dejar de moverme?¿De vivir mi vida? Puedo tener un amigo también, ¿no? Dios.
-Se pasa un poco, la verdad.
-¿Quién  se pasa? -Harry entró en escena.
-Nadie -dijimos las dos al unisono.
-Hmm, ¿donde están todos?
-Yina y Ellen arriba, los demás fuera.
-¿Yina esta arriba?
Jess asintió.
-Voy a hablar con ella -salió de la estancia y subió las escaleras de dos en dos.
-¿Vamos fuera? -Jess se levantó y me tendió la mano.
Yo se la cogí y fuimos con ellos, en donde Niall y Louis se bañaban con gusto, mientras que Zayn estaba sentado en el borde.
-Joder, pero si no hace nada de calor para bañarse -Jess se cerró la chaqueta.
-¿Ya veis algo? Si no hay luz -dejé que mis ojos se acostumbraban a la oscuridad y me crucé de brazos, mirándo cómo se bañaban.
-Bueno, la luna da mucha luz, y eso que aún no es luna llena.
Levanté la mirada y la miré.
-Pues tienes razón.
Estaba preciosa, no estaba completa del todo, pero brillaba mucho, como un foco o una bombilla más. Tenía toda la pinta que, la noche siguiente iba a haber luna llena.
Suspiré.

16~


Capítulo 16:
-Jane, puedes compartir habitación con nosotras, si quieres- propuso Jess
-Oh, claro que sí -sonreí.
Las tres entramos en la habitación. Era muy espaciosa y luminosa, con las paredes pintadas de un suave color beige, y con una gran ventana que ocupaba buena parte de la pared de la izquierda, con unas excelentes vistas.
-¡Vaya! ¡Qué grande es!
Jess fue directa a la ventana.
-¡Mira! ¡Se ve el río!
Me acerqué.
-Y la piscina, ¡se ve el pueblo!
-¡Hay caramelos de limón! Mmmm.. limón -Jess cogió un caramelo que estaban en un cuenco de cerámica y se lo metió en la boca.
-¡Mirar que pedazo de armario!
-¡Me pido la cama del medio! -Jess se tumbó en ella.
-¡Yo esta! -dijo Lena, sentándose en la cama cercana al armario.
-Vale, pues yo me quedo con esta
Puse mis dos maletas sobre la cama y fui metiendo la ropa en el gran armario empotrado. Jess y Lena hicieron lo mismo.
-¿Qué tal todo?-Harry se asomó por el umbral de la puerta.
-Genial -dijimos las tres.
-Es una habitación preciosa -dije, metiendo las maletas por debajo de la cama y sonriéndole.
-Es perfecta -añadió Lena
-¿Dónde habéis comprado estos caramelos?
Harry rió.
-Es cosa de mi madre. Si necesitais algo, Zayn, Liam y yo estaremos enfrente, ¿vale?
-Perfecto.
-¡Me voy a la piscina! ¿Alguien me acompaña? -dijo Yina desde el pasillo.
-¡Yina! ¡Espera que vamos contigo! -le contestó Lena.
Rápida, Lena se quitó la pantaloneta negra y la camiseta amarilla, dejándo al descubierto un bikini amarillo chillón. Jess la imitó, llevaba un bikini azul turquesa con un corazón negro en el lado derecho del trasero. Ellen llevaba un bikini blanco y Yina llevaba uno rojo con lunares blancos. Agarraron sus respectivas toallas y salimos de la habitación, no sin que Jess coja un puñado de caramelos de limón.
Al bajar las cinco y llegar a la piscina del patio trasero de la casa, Liam, Niall, Zayn y Louis ya estaban allí, Liam y Niall en el agua jugando con una pelota hinchable de playa y Louis y Zayn estaban sentados en el suelo hablando. Jess y yo nos acercamos a ellos, mientras que las demás, se lanzaron al agua. Jess se sentó en frente suya, yo, en cambio, me quedé de pie, con los brazos cruzados y mirando sonriente cómo cogían una pelota de playa y comenzaban a jugar.
-¿No te metes, Jess? -preguntó Zayn, dando suaves palmaditas en su pierna.
-Luego me meteré, no hace demasiado calor para meterse ya.
-¿Que no? ¡Si hace casi 30 grados!
-Ya, tampoco es tanto.
-Claro, la españolita esta chuleandose de durita -Louis sonrió burlón.
-Pues claro que sí, en la tierra en la que vivía yo, podíamos llegar a los 45 grados.
-Joder -murmuró Zayn
-Lo mismo digo, en donde vivía 35 grados máximo.
-Es igual, luego ya se calentará el tiempo, sólo son las 12 de la mañana.
-¿Y tu no te metes Jane?
-No, ahora no me apetece nada. ¿Habéis visto a Harry? -miré a Louis
Negó con la cabeza, y así lo hicieron Zayn y Jess.
Me encogí de hombros y justo cuando fui a entrar en la casa, Harry, me cogió en brazos.
-Mira, hablando del rey de Roma -Jess sonrió
-¿Qué haces? -rápida, me agarré a su cuello, con miedo a caerme.
-Al agua te llevo
-¿Qué? No, no, suéltame.
Me sonrió pícaro.
Su camiseta blanca hacía que sus ojos brillaban más de lo habitual.
-Lo digo en serio, suéltame, que peso mucho.
-¿Que pesas? Por favor Jane, eres como una plumita -dijo, dando pequeños saltitos.
Me agarré más fuerte.
-Para, y suéltame.
Paró en el bordillo de la piscina.
-¿Te suelto?
-Sí, por favor
Sonrió.
-Muy bien.
Y me soltó, encima del agua, pero fui rápida. No se exáctamente cómo lo hice, pero, antes de caer, conseguí agarrar su muñeca, por lo que caímos los dos.
Al salir, le fruncí el ceño a Harry y le salpiqué, mientras que él reía.
-Me has dicho que te soltara
-Que malo eres -me pasé la mano por la cara y por el pelo.
El agua me llegaba hasta los hombros.
Me miré a mi misma. Tenía la ropa empapada, la camiseta blanca se pegaba a mi cuerpo y se me transparentaba el sujetador negro que llebaba puesto.
Harry salió del agua de un salto y se quitó la camiseta, después, se sacudió el pelo. Yo también salí del agua y Jess enseguida me lanzó una toalla
-Gracias -le susurré, sonriendo.
Ella me devolvió la sonrisa.
Harry miraba cómo me secaba.
-Esta te la devuelvo -le amenacé.
-Ah, ¿si? ¿Cómo? -sonrió pícaro
-Ya veré cómo. Pero no te saldrás con la tuya. Me vengaré.
-Eso ya lo veremos.

                                   ~

-Buenos días -dije, entrando en el comedor, sonriendo.
-Buenos días -respondieron.
Avancé y me senté en el único sitio libre, al ladon de Jess y de Niall y enfrente de Harry.
-Buenos días dormilona -Harry me sonrió.
-Tampoco es tan tarde, son las 9:30. Lo que pasa es que madrugais mucho.
-Sí, sí, cambiando de tema -Yina carraspeó -. Jane, ¿tenías algo pensado para hacer mañana?
-¿Yo? ¿Por qué?
-¡Es verdad! Mañana tu cumpleaños, Jane -canturreó Lena.
-Mierda, es cierto.... -murmuré-. Pues no, no tengo nada pensado, tampoco es tan especial, ¿no?
-Cumples 16.
-¿Y? La edad es sólo un número.
-Estoy de acuerdo, pero un cumpleaños es distinto.
-Harry tiene razón. A mi me hicieron una fista espectacular -añadió Lena.
-Vale, vale, muy bien. ¿Podemos cambiar de tema, por favor? Por ejemplo, ¿qué haremos hoy?
-Buen tema -Jess me guiñó un ojo.
-Vale, yo tengo una idea. Podemos ir hasta arriba del todo y bajar por el río, a ver hasta dónde llegamos -propuso Harry.
-¿Cómo? ¿Por el agua? -Ellen no lo pillaba.
-Sí, cogemos las zapatillas de agua y vamos bajando, es poca subida, el nacedero esta a pocos metros de aquí.
-Podría ser divertido.
-Buena idea.
-Genial. ¿A quién le toca recoger?
Yina se levantó de a mesa y observó la tabla.
-A Jess y a Zayn.
Jess soltó un resoplido.
-Quejica -murmuró Zayn al pasar por su lado, sonriendole burlón.
Ella le respondió con una mueca.

{Narra Jessica}
-Sh! Deja de mojarme y friega! -dije entre risas.
-Está bien, pero sólo por que lo pides amablemente eeh -respondió Zayn sarcástico. Me sonrió.
Puse el plato en el armario y comencé a secar los cubiertos.
-¿Qué quieres que hagamos luego? Si quieres te enseño a nadar.
-¿De verdad?
-Claro, algo tendremos que hacer, ¿no?- le sonreí
Me devolvió la sonrisa.
Los demás se habían ido hace un buen rato y nosotros dos nos habíamso quedado aquí por una simple razón: Zayn le tenía fobia al agua. Y como no sabía nadar, yo me había ofrecido voluntaria para quedarme, con la escusa que no me apetecía.
Zayn apagó el grifo y se secó las manos.
-Voy llendo, te espero allí.
-Vale.
-No tardes.
Dejé la toalla en su sitio y salí a la calle, en donde hacía sol y se podía ver un bonito y despejado cielo azul. Avancé hasta la pisina, me quité la pantaloneta vaquera y la camiseta azul, dejando el bañador azul turquesa que había llevado los anteriors días. Dejé la ropa en la silla y me senté en el suelo frio de baldosas con las piernas cruzadas. Después de unos cortos minutos de espera, Zayn apareció con el bañador puesto y con la camiseta en la mano.
-¡Sexy! -grité, después de silvar.
-¿Qué haces sentada en el suelo?
Se acercó y dejó su camiseta en la silla.
Me levanté.
-Manías mías. ¿Empezamos? -sonreí.
Él asintió, mirando al agua.
-Muy bien. Tírate. -le indiqué.
Me miró.
-¿Que me tire? ¿Y no puedo bajar las escarelitas como...?
-Te tiras o te tiro. Elige -le sonreí desafiante.
-Me tiro me tiro.
Avanzó hasta el borde de la piscina y, con ayuda de los brazos, se metió al agua.
-En fin, voy a darlo como válido, pero eso no es tirarse.
-¿Podemos dejar eso de "tirarse" para la siguiente clase? -me pudo ojitos.
Suspiré.
-Está bien, pero observa.
Me acerqué al bordillo y me tiré al agua de cabeza. Al salir a la superficie, Zayn me miraba aterrado.
-¿Por qué me miras así? -solté una pequeña carcajada- Tampoco será para tanto, ¿no?
-Me da mucho miedo que te des contra el fondo con la cabeza o algo.
-Tranquilo, no pasará.
Le sonreí. Me devolvió la sonrisa.

{Narra Jane}
-Nunca hubiera imaginado que esta agua podría estar tan fria -se quejó Lena, de nuevo.
-Tampoco esta tan fría, una vez que te acostumbras... -dijo Liam, detrás suya.
-Estoy de acuerdo, cuidado NIall, esa piedra resbala -le avisé.
-Gracias.
-¡Mirar! ¡Un cangrejo! -Harry señaló el animal escondido entre las piedras en un pozo de al lado nuestra.
Yina lanzó un chillido.
-Exagerada -murmuró Ellen.
-Joder, es grande el bicho -dijo Louis poniendose de cuclillas y mirando con los ojos entrecerrados.
-Pues yo no veo nada -dijo Lena, poniendose en la misma posición.
-¿No? A ver ahora -Liam se pudo a su lado y le dio un empujón, haciendo que Lena cayera al pozo.
Lena se frotó los ojos al salir.
-¿Ya lo ves? -Liam se reía.
-Imbécil, ya es la segunda vez que me tiras -dando zancadas en el agua y avanzando hasta él, le salpicaba con los grazos todo lo que podía, ambos riendo.
-Luego los críos somos nosotros -dije sonriendo con la situación.
Lena me sacó la lengua, yo se la devolví.
-Sigamos, ya casi hemos llegado al pueblo -Louis señaló unas casas a lo lejos.
-¡Moras! -gritó Harry
Dio unas zancadas en el agua hasta unos matorrales.
-¿Eso se come?
-Claro, mi hermana y yo nos hinchábamos a esto de pequeños -agarró uno de los pequeños frutos negros y se lo metió en la boca.
-Puaj -murmiró Yina.
-Pues yo voy a probarlo -dije, llendo con ciudado para no partirme los tobillos con alguna piedra.
Niall se acercó sin pensárselo.
-¿De verdad os vais a comer eso? -protestó otra vez Yina.
-Yo pensaba que vivías aquí, Yina -dijo Lena acercándose.
-Pues están bien ricas -dije cogiendo otra.
Louis cogió una y se acercó a Yina, que nos miraba con los brazos cruzados.
-Come -dijo, forzándole.
Ella apartó la cara como una niña pequeña, haciendo que la fruta cayera al agua.
-Vaya por Dios, ahora voy a tener que ir a por otra.
Yina andó hasta la orilla opuesta y se sentó un una piedra.
-¿De verdad no quieres, Yina? Si de pequeña te encantaban
-Tu lo has dicho, de pequeña. He madurado, al igual que mi lengua.
-Tranquila -Harry arqueó las cejas.
-Bueno, dejemoslo, que esta noche no ceno -Liam se limpió las manos en el agua.
-¿Ya? -se quejó Niall, aún masticando.
-Ya son las 12:30 pasadas y aún tenemos que comprar la cena y todo lo demás -eso último lo murmuró.
-Ah sí. "Todo lo demás" -Lena pasó por su lado sonriendo y agitando los dedos en el aire.
Carraspeé.
-Ya lo hemos hablado, nada de cosas raras -miré a Ellen
-Mierda -murmuró apartando la mirada.
-Ay Dios. ¿Qué habeis hecho?
-Nada -dijeron todos al unisono
-Algo gordo -murmuré.
-Hay que tener en cuenta -comenzó a decir Ellen-, que 16 años ya es una edad interesante y madura y..
-Anda, vámonos -la interrumpí
Cogí la última mora y con el mismo cuidado, me dirigí a Yina.
Esta se levantó y me miró sonriente.
-Tranquila, solo lo hacen para asustarte.
-Vámonos -gritó Lena, subiendo a la espalda de Liam.
-Aquí hay un atajo para ir al pueblo, hay un pequeño supermercado cerca de aquí, y hacen unas pizzas caseras buenísimas.
-¿Ya nos van a dejar entar mojados y en bañador? La ropa la hemos dejado un poco más adelante -le recordé.
-Pues vamos a por la ropa y luego vamos a comprar.
-¡Que lista eres , Lena! -Liam dio un saltito, haciendo que Lena casi se cayera.
-Como te gusta vacilarme, ¿eh?
-Mucho -sonrió.
Lena le sacó la lengua.
Yina se levantó de su piedra y se acercó a nosotros.
-Bueno, nos vamos, ¿o qué?

15~


Capítulo 15:
Me llevé la mano a la boca, mirándole.
Anne se acercó a él y le abrazó con fuerza. Él la correspondió. Puso la cara de su hijo entre sus manos.
-¿Qué tal?-preguntó con la voz entrecortada, con miedo.
Con los ojos rojos e hinchados, miró a su madre y negó con la cabeza. No quise mirar más. Me tapé la cara con las manos, con un nudo en la garganta.
-Jane.
Su voz me partió el corazón. Aparté las manos y lo vi, con los ojos llorosos, sonriéndome levemente. No pude evitarlo, rodeé su cuello con los brazos y le abracé con fuerza, cerrando los ojos.
-Te he hechado de menos-me susurró débilmente.
Ahí estaba mi primera lágrima.
-Yo también te he hechado de menos.
Se apartó y me dedicó una débil sonrisa.
Después le abrazó a Yina, que le mirába algo desilusionada.
Muy bien imaginado, estábamos las tres -Anne, Yina y yo- esperando en el estudio de TXF, esperando impacientes a que saliera Harry para saber qué le habían dicho. Ahora mismo, deseaba no haberme precipitado tanto.
Suspiré.
Anne le puso una mano en el hombro.
-Vámonos a casa.
Harry suspiró y asintió.
Pero ántes de que pudiéramos darnos la vuelta, un técnico vestido de negro y con una carpeta en la mano se acercó a nosotros, rápido.
-Perdona, ¿Harry Styles?-preguntó.
El asintió, algo confuso.
-Acompáñeme, por favor.
El obedeció y lo acompañó.
-No se merece ésto-le susurré a Yina.
-Lo sé. Se ha esforzado mucho para llegar hasta aquí.
Me pasé la mano por el pelo, hechándome el flequillo para atrás.
Las tres miramos el pequéño grupo de gente frente al mismo técnico. Estába dictando algo sobre su carpeta. Después, él y otros cuatro chicos, acompañaron al chico subiendo unas escaleras.
-¿Qué les habrá dicho?
-Quién sabe.
Me froté los ojos y me senté en el suelo, con las piernas cruzadas.
-A propósito Jane, ¿qué tal está el padre de Ellen?
Vaya.
-Hummm...-vacilé-. Bueno, hum.. ha..ha muerto.
Gestionó una mueca de dolor, acompañado de un gemido.
-Pobrecilla Ellen, ¿qué tal está?
-Está muy bien, se ha recuperado muy bien y ha sido fuerte. Le ha afectado, pero no tanto como yo hubiera esperado.
-Siempre he pensado que es muy fuerte. Me encanta por eso. ¿Ya sois amigas de vuelta?
Asentí, intentando sonreír. Pero ahora mismo es lo único que no podía: sonreír. Estaba tan convencida de que le iban a decir que sí, que aquel no, era como una patada en el estómago.
Cuando iba a tumbarme en el suelo y desconectar por un rato, oí unas fuertes pisadas, como corriendo. Me levanté rápida y sorprendida.
No pude evitar esbozar una gran sonrisa al ver a Harry corriendo hacia aquí, lleno de felicidad, con una enorme sonrisa, con los brazos abiertos. Al llegar, por mi muy grata sorpresa, me abrazó con fuerza, casi cogiénsome en brazos.
-¡Harry! ¿Qué.. qué ha pasado?-pregunté, sonriéndole.
Abrazó a su madre y a Yina, tambien felices.
-¡Nos han dejado pasar!
-¿"Nos"?-preguntó Yina.
-¡Sii! Cuando han nombrado nuestros nombres, nos han llevado al escenario, donde nos esperaban los jueces. Nos han dicho que no dábamos la talla de artistas solistas, pero que eramos demasiado talentosos para dejarnos ir. Así que, decidieron unirnos como grupo y mandarnos a la Casa de los Jueces.
-¿Un grupo? ¿Como una banda?
Asintió, sonriéndome.
-No es lo que esperaba cuando entré aquí, pero está bien. Lo veo como un nuevo proyecto. Podría salir bien.
-Qué contenta estpy. Estoy tan orgullosa de tí-Anne le dio un beso en la mejilla.
Yo también lo estaba.

~

-¿Cómo? No, no.
-¿Por qué no? Será divertido.
-Seguro que sí, pero no puedo ir. Se supone que allí os teneis que conocer bien y saber si te llevas  bien o no con ellos.
-Ya lo sé, pero será más divertido si venís tú y las demás. Es más entretenido cuando hay chicas.
Me reí.
-No, de verdad. No quiero estropearlo, es como si estaría en medio.
-Oh, vamos Jane. Es una casa muy grande y espaciosa, habrá sitio para los diez. Además, el sábado es tu cumpleaños-eso último, lo canturreó.
-Mierda, es cierto...-murmuré.
-¿Qué pasa? ¿No te gustan los cumpleaños?
-No es mi día favorito desde el año pasado..
-¿Qué pasó?
-Bueno, el año pasado cumplía 15 años y Ellen estaba más salida que nunca y...
-Vale vale-me interrumpió-. No quiero saber más.
Reí.
-Menos mal. Me da mucha vergüenza contarlo.
-Pobre Jane. Pero me es igual. Por favor Jane, vente. Lo pasaremos bien. Por favor.
Suspiré.
-Soy demasiado moldeable contigo. Está bien. Lo pensaré.
-¡Yupi!
Solté una carcajada.
-He dicho que me lo voy a pensar.
-Lo sé lo sé. Pero algo es algo. Tienes la cabeza más dura que un frigorífico.
-¿Un frigorífico? Me lo tomaré a bien.
-Claro claro. Nos frigoríficos son buenos.
Sonreí.
-Tengo que colgar. Tengo sueño.
-Qué descanses. Y cuidado con el muñeco.
-¿Aún sigues con eso?-reí- Tranquilo, lo tendré. Si me intenta violar, le daré un almuadazo.
-Como quieras. Pero no le dejes que te viole.
-Pervertido.
-Ya sabes que lo soy.
Volví a sonreír.
-Buenas noches Harry. Un beso.
-Otro para tí, que descanses.
-Adiós.
-Jane.
-¿Sí?
-Te he hechado de menos. Gracias por venir hoy.
Me mordí el labio inferior.
-Yo también te he hechado de menos, por eso he venido. Tenía ganas de verte. Adiós, un beso fuerte.
-Besoos.
Ahora sí, colgué. Suspiré y dejé el móvil en la mesilla de noche. Miré el reloj. Las 12:03
Casi una hora entera hablando por teléfono.
El padrastro de Harry tenía una casa de verano a las afueras de Holmes Chapel, Cheshire. Los chicos tenían cuatro semanas de descanso para después ir a España, en donde estaba la Casa de los Jueces. Y, a su padrastro se le había ocurrido que quizás los chicos podían pasar allí unas dos semanas para conocerse mejor. Los chicos estaban encantados y, aunque no me los había presentado, sabía que esto iba a dar un buen resultado.
Y, como casi siempre, Harry me había invitado a mí y a las demás para acompañarlos. Yo no estaba de acuerdo, pero, la verdad, cada vez tenía más ganas de ir.
Con esos últimos pensamientos, me quedé dormida.

~

Después de dos largas horas en tren (las cuatro dormidas), por fin llegamos a la pequeña estación de Holmes Chapel, en donde encontramos -encontré- los rizos de Harry entre la multitud, acompañados por otros cuatro chicos que, de momento, aún no los había podido ver bien.
Cogimos las mil bolsas y maletas que llevábamos y, cargadas, nos dirigimos hacia ellos. Harry estaba de espaldas. Dejé las pertenencias en el suelo y me coloqué detrás.
-Bu.
Él se dio la vuelta, me vio y sonrió.
Miró a las demás, también sonriendo y luego a nuestras maletas.
-¡Madre mía! ¿Qué habéis traído ahí?
-Comida. Mucha comida- Ellen se acercó y le acarició los rizos, sonriendo. Después, fue a abrazar a Yina.
-Emmn, os presento.
Lena dio un saltito de emoción y Jess rio su gesto.
Las cinco nos acercamos hasta quedar enfrente de ellos. A primera vista, no estaban nada mal.
-Vale, esta es Jane, Ellen, Jess, Yina, que ya la conocéis y Lena -dijo señalandonos una a una. Carraspeó-. Louis, Zayn, Niall y Liam.
-Encantada-dijimos las cuatro, sonriendo.
-Bueno, vámonos.
Nos dimos la vuelta y cogimos las maletas. Harry se acercó y pretendió ayudarme.
-Trae.
-¡No! Yo puedo sola.
-Vamos, déjame ayudarte.
-Que no. Tu ya vas bastante cargado.
-Que cabezota eres.
Yo le respondí sacándole la lengua.  Él me imitó.
-Si en el fondo sois unos críos -dijo Lena al pasar por nuestro lado.
-¡Qué calor!-se quejó Jess.
Los diez avanzamos hasta llegar hasta la parada del autobus, dejamos nuestras cosas en el maletero y subimos al vehículo. Nos dirigimos al final del todo. Los cuatro chicos se sentaron el la fila final, Yina y Ellen se sentaron en una fila más adelante y Jess y Lena una fila antes de Harry y yo.
Me senté a la ventanilla y saqué el iPod.
-¿Quieres un auricular?
Sonreí y agarró el que le ofrecía- Se lo colocó en el oído.
Sonaba Stay de Miley Cyrus. Suspiré, sonriendo y contemplando el paisaje que comenzaba a moverse cada vez más deprisa.
Me había dejado convencer por ellas. Se lo había comentado días atrás mientrsa tomábamos un refresco en el Starbucks. Y sí, Lena casi me mata cuando le dije que me lo iba a pensar. Para ella era obvio ir a aquel lugar, aunque ibamos acompañadas de cuatro completos desconocidos, pero aún así, ella empeñaba en que le llamara para decirle. Entonces me di cuenta que, si no iba a esa casa, no lo vería en dos meses enteros otra vez, y eso era algo que no quería. Era raro, pero era como si mi cuerpo pedía verle.
Y con ese último "If you ask me, i will stay. I will stay" me quedé dormida.