{Narra
Jane}
Las
semanas fueron pasando rápido y sin ninguna novedad. Era tan feliz
con todos los acontecimientos que ni me daba cuenta de lo rápido que
pasaba el tiempo. No me había dado cuenta de nada, pero ya estábamos
en un adentrado octubre cuando los chicos ya habían echo más de
tres espectaculares actuaciones. Las tres semanas as habían superado
y no podía estar más feliz por ellos, pero ahora las cosas se
ponían cada vez más difíciles y la competencia era casa vez más
fuerte. Y me sorprendía mucho lo buenos que eran la mayoría de
concursantes.
Realmente
era un año bien cargado y preparado.
Y,
acorde con los acontecimientos, el amor de las inglesas por ellos era
cada vez más fuerte y en su última actuación las había vuelto
prácticamente locas por ellos.
Justo
esa noche, Jess y yo íbamos juntas al programa para verlos en
directo y con pases al camerino que Zayn nos había conseguido,
semanas atrás.
No
podía estar más emocionada.
Justo
cuando había terminado de vestirme con unos pitillos color beige,
unas botas militares del mismo color y un jersey de lana, el timbre
de la puerta sonó.
-¡Yo
abro! -grité mientras bajaba las escaleras.
-Joder,
avísame antes de levantarme del sofá -se quejó entre murmullos
Emma.
Rodeé
los ojos y abrí la puerta.
Jess,
con una preciosa sonrisa y con dos tickets en las manos, me miraba en
el exterior.
-¿Lista?
-Lista.
¡Amá, me voy! ¡Volveré tarde!
Agarré
el abrigo y cerré la puerta detrás de mí.
~
-¡Hola,
Sam! -saludó alegre Jess al ver al guarda de seguridad.
-Señoritas
-respondió él, sonriendo y dejándonos pasar-. Pasar un buen día.
Atravesamos
el pasillo hasta llegar a camerinos, donde ambas esperábamos a que
todavía estuvieran allí. Habíamos ido prácticamente todas las
semanas, hasta el guarda de seguridad ya nos conocía.
-¿Los
has avisado de que veníamos?
-No.
¿Tú?
-Pues
no.
-Pues
muy bien. ¡Será una sorpresa!
-Corre,
que si no nos damos prisa igual ya se han ido a la casa y todo.
Avanzamos
unos cuantos más hasta llegar a una puerta blanca, tal como el
resto, con un cartelito en el que ponía “One Direction”.
Llamé
a la puerta sin vacilación y Jess se puso a mi espalda cuando abrí
la puerta.
-Bu.
Los
cinco, divididos entre la habitación y hablando vivazmente, me
miraban sorprendidos y sonriendo casi al instante.
-¡Sorpresa!
-gritó Jess entusiasta.
Harry
se levantó de la silla nada más entrar nosotras y cerró la puerta
detrás nuestra, después, besó mi mejilla.
-Hola,
vampiros. Oye, qué guapos estáis con los ojos pintados.
-Oops
-murmuró Louis, frotando sus ojos.
-Tranquilo,
que os queda a todos muy bien. Podría acostumbrarme a que sea
Halloween -afirmé.
Niall
rió abiertamente y el resto rió al respecto.
-Chicos,
voy a felicitaros por la actuación de esta noche. De verdad,
espectaculares.
-Bueno,
como siempre.
Los
cinco sonrieron tímidos, hasta Niall y Zayn se sonrojaron un poco.
-Tenemos
buenas noticias -dijo Liam, captando nuestra atención, sobre todo
Jess y mía-. Hoy nos han dejado la noche libre.
-¿Libre?
¿Qué significa eso?
-Que, si queremos, nos dejan salir a la calle.
-Que, si queremos, nos dejan salir a la calle.
-Con
uno o dos guardias.
-¡Qué
bien! Me daba vergüenza pedíroslo...
Solté
una pequeña risa, casi inaudible.
Unos
sordos golpes en la puerta interrumpieron las risas de los chicos,
que dirigían sus miradas llenas de dudas hacia la puerta.
-Será
Simon -murmuró Harry, con algo de inseguridad en la voz, mientras
habría la puerta.
Louis
sonrió.
Una
chica rubia con ojos marrones con algún que otro destello verde
sonreía al otro lado del umbral de la puerta.
-Hola,
Hannah -saludó Harry sonriendo.
-¡Hola!
-respondió ella y entró el la habitación-. Ui cuanta gente -nos
sonrió a Jess y a mí.
-Hola
-dijimos las dos a la vez, sonriendo también.
La
chica se acercó a nosotras y se autopresentó.
-Hannah
-besó mis mejillas-. Novia de Lou.
-Ah
-reí tontamente-. Jane. Novia de Harry.
-¡Por
fin te conozco! Oigo tanto hablar de ti que ya tenía curiosidad.
Reí
de nuevo mientras miraba a Harry, que apartó la mirada sonrojado. No
pude evitar sonreírle.
-Yo
también me alegro de conocerte.
Apartó
la mirada y miró a Jess, que sonreía tímidamente.
-Yo
soy Jess. Y, bueno, no soy novia de nadie -y soltó una risita.
-Encantada
-Hannah se incorporó tras darle otros dos besos-. Madre mía. Tres
rubias. Las fans van a pensar mal.
Risas
de nuevo.
-Bueno.
¿Estáis listos para salir? -dijo, después de acercarse a Lou y
besarle.
Aparté
la mirada.
-Estábamos
a punto de vestirnos, pero habéis venido vosotras y... -dijo Zayn
tímido, bajando la mirada.
-Pues
nos vamos, vosotros vestiros tranquilos.
Hannah
se juntó con nosotras y salimos de la habitación.
~
-Chicos,
enhorabuena en serio. Un gran trabajo y un gran espectáculo. Estoy
orgulloso. Os lo mereceis. Sam y Ronan están en la puerta
esperándoos, pasaroslo bien. Nada de alcohol, ¿de acuerdo? -los
chicos asintieron con amplias sonrisas las palabras de Simon.
-Bien.
Os quiero aquí antes de las 3 -su mentor se dio la vuelta y
desapareció en el pasillo.
-¡Yupi!
-Niall daba literalmente saltos de alegría.
El
resto lucía una preciosa sonrisa en sus caras al acercarse a
nosotras.
Y
yo no podía evitar sonreír también.
Lo
habían conseguido. Éste era su sueño y estaban cumpliéndolo. Ya
daban por perdidas sus vidas de personas normales, con una vida
normal. Y recibían, con los brazos abiertos, a su nueva visa, a la
vida de la fama. A la vida de las fans locas y a ser conocidos por
toda Inglaterra.
Todo
eso, estaba haciéndose realidad.
Al
acercarse, Harry y Louis se dirigieron una mirada cómplice
sonriendo, y acto seguido apresuraron el paso hacia nosotras. Harry,
al llegar, me besó enseguida, con ternura y dulzura. Como siempre
hacía y como a mí me encantaba. Cerré los ojos y me dejé llevar
por él.
-Vale.
Me parece muy bien que os queráis y todo eso, pero... ¿hola? Yo
también estoy aquí.
Me
aparté de él, y sin dejar de abrazarle, le dirigí una mirada
desafiante a Jess, que me respondió rodeandi los ojos y sonriéndome.
Con
las manos unidas, nos dirigimos a la puerta principal, en donde dos
grandes hombres fuertes vestidos de negro aguardaban con los brazos
cruzados. Jess saludó animadamente a uno de ellos, a lo que él
respondió con una leve sonrisa. Pasamos por su lado, abrimos la
puerta y enseguida los guardas nos siguieron.
Al
salir, me paralicé al ver a la gente en la calle. Por suerte, el
edificio estaba rodeado por vallas para que la gente ajena no pudiera
entrar.
Había
al menos 50 adolescentes pegadas a las vallas y, cuando salimos, los
gritos que comenzaban eran atronadores. Casi no podía escuchar mis
propios pensamientos.
Harry
apretó mi mano para que me tranquilizara un poco, ya que estaba
tensa y perpleja por la multitud de ahí fuera.
Y
esta, sólo era la cuarta semana.
En
cuatro semanas habían conseguido reunir a tanta gente.
-¡Wow!
-exclamó Jess-. ¿Todas están aquí por vosotros?
-No
lo creo -respondió Liam-. En la casa hay más gente con más votos y
seguidores que nosotros.
-Siento
decirlo, pero no creo que Storm tenga fans adolescentes.
Niall
rió altamente, como siempre hacía.
-Es
ahora o nunca. Tenemos que cruzar por ahí e intentar salir vivos.
-dramatizó Louis.
Tragué
saliva.
Es
sólo una broma, Jane. Ya sabes cómo es Lou
suspiré.
Apretando
cada vez más fuerte la mano de Harry, nos íbamos acercando a las
vallas, cuando uno de los guardias la abrió. Las chicas no podían
consigo mismas, no podían creérselo y los gritos rugían en mis
oídos fuertemente.
Al
salir, la gente se pegaba a nosotros, gritando en nuestras caras y
sin importar si nos molestaba o no. Algunas de ellas no hacían nada,
seguían pegadas a la valla esperando a que otro de los concursantes,
pero la mayoría de ellas se lanzaba sobre nosotros, gritando el
nombre de cualquiera de la banda o incluso, de vez en cuando, el de
Hannah.
Los
flashes de las cámaras de fotos y de los móviles me impedían
centrarme más todavía en mi camino. El agobio era tan grande que
mis ojos, tratando con fuerza a adaptarse a las luces aleatorias, no
se mantenían dos segundos quietos, viajando por cada una de las
caras de las chicas que no dejaban de gritar. Mi mano se aferraba
fuertemente a la de Harry, con miedo a que me soltara y a quedarme
sola entre la multitud.
Por
suerte, un coche negro de detuvo delante nuestra y pudimos entrar en
él para poder perder de vista a toda la gente que había esperado a
la salida de los cinco chicos del programa del momento.
Suspiré
aliviada cuando Zayn entró el último y cerró la puerta tras él.
El coche se puso en marcha.
-¿Qué.
Coño. Era. Eso? -consiguió pronunciar Jess algo temblorosa.
-Hay
unas 20 más que el otro día -dijo todavía perplejo Niall.
-Qué
agobio.
Yo
estaba muda. No tenía palabras. Tenía la garganta seca.
Harry
pareció darse cuenta y me apretó la mano con suavidad, e hizo que
le mirara a los ojos. Conseguí articular una sonrisa.
-Creo
que no he visto a tanta gente pegada a mi a la vez en mi vida -dije
con voz entrecortada.
Me
apoyé en el respaldo del sillón para tratar de tranquilizarme.
-A
mí me encantan. Son tan monas -decía Niall emocionado.
-Eso
es porque a ti no te desean arrancarte los pelos y los ovarios de
cuajo -murmuró Hannah.
-¿Qué
quieres decir con eso? -preguntó Jess, con el ceño fruncido.
-Bueno.
La mayoría de las chicas de ahí fuera me odian y bastante.
-suspiró- Y sólo por salir con Lou.
No
quería oírlo. No quería.
Noté
como mi cara palidecía cuando todas las miradas se centraban
especialmente en mí. Exceptuando la de Harry, que mirada a Hanna
serio.
Aparté
la mirada enseguida, intentando con todas mis fuerzas ignorar el
comentario de Hannah, que también tenía la mirada clavada en mí.
-Oops.
No era mi intención asustarte, Jane.
Sonreí
lo mejor que pude hacia ella.
Demasiado
tarde.
-Tu...
hmm... cierra twitter y ignóralas. Eso es lo que hago yo.
Eso,
sólo consiguió que me asustara más.
Dejé
escapar un leve suspiro.
-Bueno
-dije por fin-. ¿A dónde vamos?
Harry
me sonrió y entendió mis ganas de cambiar de tema.
-El
conductor sabe hacia dónde. No está muy lejos según Simon.
-De
mientras diré que nos vamos al Starbucks del Big Ben -Louis sacó el
teléfono-. Eso conducirá las fans directamente hacia allí.
Jess
soltó una risita ante la estrategia.
-Qué
bueno.
-Me
ha informado que estará la prensa de algunas revistas a la entrada.
Así que, ya sabeis, ignorar las preguntas e ir directamente hacia
dentro. Así no meteremos la pata.
-¿Más
flashes? Voy a volverme loca -protestó Hannah.
Estaba
de acuerdo con ella.
Jess
miraba con curiosidad el interior del coche, acariciando los cómodos
sillones de cuero marrón.
Liam
miró a través de la ventana, intentando orientarse.
-Creo
que casi estamos.
-¿Cómo
se llama?
-No
sé. Pero es bastante conocido..
Niall
observó el reloj.
-Tenemos
4 horas para pasarlo bien. Hell yeah!
El
vehículo paró suavemente y el chófer nos abrió la puerta.
Ésta
vez había más seguridad, un guardia a cada lado de la puerta de
entrada y del coche. Zayn bajó del coche el primero y seguida de
Jess, que enseguida empezó a sonreír a la gente. Y después bajó
Harry y a su lado, aún con las manos entrelazadas, le seguí. Los
demás nos siguieron de uno en uno.
No
había tantos periodistas como había imaginado, pero había por lo
menos diez a cada lado de la puerta de entrada, cada uno con sus
cámaras profesionales, con, evidentemente, mil veces más de
potencia en sus flashes. Intenté acostumbrarme lo más rápido
posible, atravesando el pasillo y sonriendo, mostrándome feliz lo
mejor que pude.
Entonces,
fue como si todo ocurriera a cámara lenta. Mientras todos andábamos
en el interior, los periodistas hacían muchas preguntas, y sobre
todo a mí, ya que yo era la “nueva”. Y
aunque trataba de esquivarlas, muchas de ellas se clavaron en mí.
¿Quién
eres tú?
¿Qué
hace agarrada de la mano de Styles?
¿Estáis
juntos? ¿Cuánto tiempo?
¿Qué
piensan las fans de esto?
¿Vais
en serio o sólo eres un rollo más?
¿Podrías
ser un peligro para One Direction, quitándo la fama a Styles de “el
ligón?