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Capítulo 5:{Narra Harry}
-Muchísimas gracias por este favor, Yina, no sé que haría sin tí.
-No, hombre. Me gusta ayudar a mis amigos-me sonrió y arrancó el coche-. Bueno, ¿a dónde te llevo?
-A la estación.
-Ooh, ¿a quién esperas?
-Es.. una amiga que conocí en Londres. Estaba interesada en la ciudad.
Asintió con la mirada fija en la carretera.
-¿Estas segura que esto es legal? Recuerda que aún no tienes el carnet-pregunté preocupado.
-No te preocupes, aquí nunca para la policía. Además, tengo allí el carnet falso.
-¿Falso? Más te vale que no nos paren.
-¿No aparento 18?
-No. Aparentas 16.
El coche paró en un semáforo en rojo.
Yina giró la cabeza y me miró a los ojos.
-Gracias-sonrió
Le sonreí de vuelta.
-¿Como se llama?-dijo volviendo a poner el coche en marcha.
-Eeh, Jane.
-Oh, bonito nombre. ¿Es guapa?
-¿Cómo dices?
-Que si es guapa-repitíó con normalidad, sin expresión en la cara
-Eh, sí. Es guapa.
Aparcó el coche en el aparcamiento de la estación.
-Bueno, ha sido un placer llevarte.
-No, mujer. Ven, acompáñame, así te la presento-le agarré de la mano y tiré para que saliera del coche.
Ella me miró y después sonrió.
-Vale-cogió el móvil y salió del coche.
Anduvimos en silencio hasta el anden, que casualmente, un nuevo tren entraba en la estación y decenas de personas salían de él irregularmente. Una figura rubia y pequeña salía de él con una pequeña maleta.
No pude evitar sonreír.

{Narra Jane}
-Parezco tonta-murmuré mirándo a todas partes.
Suspiré unas cuantas veces, haciendome paso entre la multitud e intentando salir de allí. Entre el bochorno del viaje y la numerosa gente que había, estaba acalorada, por lo que paré un momento y me quité la sudadera, dejando al descubierto una camiseta blanca de tirantes donde ponía Your boyfriend give me this T-shirt y me colgué la prenda del bolso.
Cuando me dispuse a volver a ponerme en marcha y encontrar la maldita entrada y respirar aire fresco, una agradable sorpresa se posó delante mía.
-¡Harry!-grité y me abalancé sobre él, dándolé un sonoro beso en la mejilla.
-Vaya, yo también me alegro de verte.-me sonrió.
Pero no estaba solo. Una chica de estatura media, pelo largo liso y muy negro, con los ojos pequeños y negros lo acompañaba. Era muy guapa. Y lo pero es que no me miraba con buena cara.
-Oh, ésta es Yina, una amiga.-dijo él, presentándomela.
-Hola-de pronto, su mirada se tranformó por copleto y me saludó con la mano con alegría.
-Trae aquí, te llevo la maleta.-dijo Harry, alargándo el brazo.
-Sí, hombre. Ya has hecho bastante por mí-le sonreí y cogí la maleta.
-¿Cuánto tiempo te quedas?-preguntó Yina, poniémdose en marcha.
-Ehh, me voy mañana por la tarde-miré de reojo a Harry, que caminaba con la mirada fija en el asfalto mojado.
-Oh, qué bien-dijo con poca gana-. ¿Vendrás a la fiesta?
-¿Fiesta?
Los faros de un 4x4 blanco parpadearon.
-Ah, es verdad, se me había olvidado-dijo Harry, rascándose la nuca.
-Esta noche su banda da un concierto en el baile de primavera-me explicó Yina.
-Hombre, concierto, concierto...Más bién una actuación.
-¡Qué emocionante! Yo pensaba que sólo os vería ensayar..-dije con entusiasmo.
Harry rió.
Yina arrancó el coche y encentió la radio. Los tres escuchamos Grenade de Bruno Mars.
-Y..eh, ¿a qué hora es el baile?-pregunté con curiosidad, dejándo atrás el silencio.
-A las 9, pero tengo que estar antes para ayudar a preparar el escenario y tal.
-Si lo prefieres, Jane puede venir a mi casa y así vamos juntas-propuso Yina.
-¿En serio?-Harry parecía extrañado.
Yo también lo estaba.
-¿Y por qué no? Será divertido
Yo sonreí.
-Por mí bien, pero no quiero molestar.
-No seas tonta, mi madre no está en casa.
Otro silencio inundó el coche. Solo los murmullos de la radio de escuchaban.
-¿A qué hora tienes que estar allí, Harry?
-A las 8 como muy pronto.
-Bueno, ¿pues quedamos a las 8 en mi casa?-Yina me miró.
-Perfecto-le sonreí.
Ella me devolvió la sonrisa.
Después de aquella conversación, el coche aparcó delante de una casa más o menos grande, bonita y acogedora. Frente a ella, un pequeño jardín con un árbol y un pequeño camino con piedrecitas que conducía desde a la entrada de la casa. Era un barrio pequeño y acogedor.
Harry bajó del coche y yo le seguí. El, aunque yo me oponía, agarró la maleta con una gran sonrisa, avanzó hasta la entrada, seguido por mí y sacó un manojo de llaves del bolsillo.
Nada más abrir la puerta, un pequeño gatitoblanco y negro con los ojos amarillos comenzó a saltar entre las piernas de Harry, que la cogió en brazos.
-Awww, qué bonito es, ¿cómo se llama?-dije acariciandole conforme el animal comenzó a ronronear y a dar lametazos en la cara del chico.
-Se llama Dusty, es hembra.
-¡¡Es preciosa!!
Harry la dejó en el suelo y me indicó que le siguiera, con Dusty pisándole los talones. Subió las escaleras y yo le seguí, diciendo repetidamente lo guapa y bonita que era su gata y Harry me respondía con su maravillosa sonrisa. Al subir las escaleras había un pasillo con un montón de fotos y murales. Me detuve un momento a mirar cada una de ellas.
-¿Este eres tú de pequeño?-señalé una imagen enmarcada.
Harry se acercó y observó la fotografía.
-Sí-dijo tímido.
-Que mooooonoooooo
Avanzamos unos pasos más y Harry abrió la puerta blanca y me dejó entrar.
La habítación era grande y muy luminosa. Estaba pintana con tonos crudos y marrones. Una cama de dos personas ocupaba la parte central de la cama. También ahí había una cantidad importante de fotografías y dibujos.
-Es mi habitación. Si necesitas algo, yo dormiré en la habitación de enfrente.
-Perfecto.-le sonreí.


-Vaya, qué guapo te has puesto-dije guiñándole un ojo mientras él bajaba las escaleras.
Harry llevaba una americana azul oscura con las mangas remangadas y una camisa blanca.
-Gracias-se sacudió los rizos.
No pude evitar morderme el labio inferior.
Después de haber comido y haber tenido una agradable conversación con la madre de Harry, había subido a prepararse para su gran noche. Estaba emocionada y excitada. Sólo con pensar que vería a Harry actuar en vivo me producía escalofríos, y eso que aún no le había escuchado cantar.
-Bueno, bueno, daros prisa que llegais tarde-dijo Anne, la madre de Harry, que estaba más emocionada que su propio hijo. Me encantaba su madre.
Después de darle dos besos a Anne, salimos de casa y a pie fuimos hasta casa de Yina, que estaba solo a unos cuantos metros, en el mismo barrio.
Antes de llamar al timbre, Harry se detuvo y me miró a los ojos.
-Yina puede ser muy pesada, pero ten paciencia y ya verás como te cae bien. No quiero ser presumdo ni nada, pero está algo obsesionada con migo, a veces se inventa cosas en mi relación para destacar.
Sonreí
-No te preocupes, tengo una de esas en casa. Sé lo que es eso.
Harry me sonrió y después de un suspiro, llamó al timbre.
Algunos minutos mas tarde, Yina abrió la puerta.
-¡Hola! Os estaba esperando, pasar.
-Eh, yo me tengo que ir, se me hace tarde, luego nos vemos
-Adiós.
-Ven, pasa-dijo Yina, invitándome a entrar.
Entré en la casa y subimos las escaleras. Una vez en su habitación, me invitó a sentarme.
-He estado dándole vueltas a todo el armario y he dado con algo perfecto para tí.
-¿Para mí? Vaya, muchísimas gracias-cada vez me sorprendía más esta chica.
Agarró un vestido corto de palabra de honor ajustado por arriba y con flecos por abajo, tenía un estampado de flores. No es que me agradaban mucho los estampados de ese tipo, pero ese vestido era realmente bonito.
-¿No es precioso?-me lo lanzó-. Va, pruebatelo. El baño está al final del pasillo.
Le sonreí y salí de la habitación, buscando el baño. Cuando al fin lo divisé, entré en el y me puse el vestido. Menos mal que me había depilado esta mañana, ya que el vestido llegaba más alto de las rodillas. Me observé en el espejo. Tenía que ser sincera, me encantaba como me quedaba.
Agarré la ropa y entré en la habitación.
-¡Mírate! Estás fantástica, además, las flores azules resaltan tus ojos.-chilló Yina, con entusiasmo.
-No, mírate a tí. ¡Estas guapísima!
Y la verdad es que lo estaba, llevaba un vestido no mas largo que el mío, negro con pequeños puntitos rojos.
Rió.
-Gracias, pero algo tenemos que hacer con ese pelo. ¿Te importa si te lo rizo?


-¿Qué hora es?
-Las 9:16
-¡Mierda!-Yina aceleró cuando el semáforo se puso en verde.
-Relájate, sólo llegamos quince minutos tarde-intenté tranquilizarla.
-Uff...
Habíamos tenido algún problemilla con el coche, primero, con las prisas y el excitamiento de la noche, Yina no encontraba las llaves del coche y después éste no arrancaba. Por suerte, disponía de los cables para la recarga de la batería.
El trayecto fue silencioso. Se notaba que mi acompañante estaba alterada y tenía un genio potente. No quería alterarla más, por lo que callé, me daba miedo cuando se enfadaba.
Con cierto alivio, Yina aparcó el coche en el aparcamiento del instituto que estaba lleno. Las dos bajamos del coche y anduvimos hasta la entrada. Yina parecía indiferente, pero yo me quedé estupefacta cuando ví el precioso decorado. Una larga alfombra roja entraba en el edificio, al principio de la alfombra, había un gran arco decorado con flores rosas claras y ramas marrones que daba un contraste precioso, a lo largo de la alfombra, había flores de todos los colores, azules, amarillos, rojos, rosas, verdadera primavera. Y lo mejor aún no había llegado, al entrar en el edificio, el mismo tono de rosa y marron era el gran protagonista. Largas y gruesas cintas color marron estaban colgadas en todas las parecdes, con alguna que otra flor grande rosa en los pliegues de la cinta, también los focos y las luces estaban decorados con pétalos de colores. Todo estaba precioso.
Yina se dio cuenta de mi ausencia y me agarró del brazo, arrastrandome hasta la otra punta de la sala, esquivando todo tipo de gente que me miraba con mirada curiosa.
-Mira, ahí están.-señaló un grupo de cuatro chicos que hablaban tranquilamente, entre ellos se encontraba Harry, que se sacudía el pelo repetidamente y se mordía el labio inferior.
Parecía nervioso.
-¡Ya estamos aquí!-chilló Yina por encima del barullo y de la alta música.
-¡Yina!-un chico alto y moreno abrazó a Yina con fuerza y posó su mirada en mí-.¿Quién es tu amiga?
-Jane-dijo Harry con una amplia sonrisa.
Yo le sonreí y me acerqué a él.
-Hola-saludé tímidamente al pequeño grupo de chicos, que me miraban con aire divertido.
-Te presento, este es Haydn, toca la guitarra-señaló a una figura alta con el pelo rubio largo y liso, con los ojos oscuros. Él me sonrió y me sacó la lengua, divertido.-Nick, el bajo-un chico con el pelo corto muy rubio me saludó alegremente con la mano y murmuró un "encantado"-, y Will, la batería-el chico con el que Yina estaba abrazada de inspeccionó con la mirada, recorriendo todo mi cuerpo. Comencé a sentirme algo incómoda con aquella situación.
-¿Y cuándo os toca?-dijo Yina, rompiendo el hielo.
Harry miró su reloj de pulsera.
-Dentro de 10 minutos.
-Genial, voy a por algo de beber. ¿Qué queréis?
-Dos ponches por favor-dijo Haydn señalando a Nick.
-¿Ponche?-pregunté yo, me sonaba haber escuchado esa palabra en alguna película americana, pero no sabía que existiera.
-Es una bebida de frutas. Muy rico. Otro para mí, please-me explicó Harry.
-¿Lleva alcohol?
-¿Cómo va a llevar alcohol con todos los profesores observandonos?-observó Yina.
-Am, pues otro  para mí.
-Cuatro ponches, ¿Will?¿Quieres algo?
-Oh, no gracias.
Asintió y se fue.
Algunos minutos más tarde, apareció con 5 vasos de plástico grandes llenados con un liquido arrosado. Repartió las respectivas bebidas y bebimos.
Esa bebida era riquísma. Sabía a fruta, pomelo, fresas, melon, piña....Tras mi pequeño sorbito, enseguida tragué uno más largo.
-Eiii, Jane. Si quieres más hay eeeh-Yina me guiñó un ojo.
Yo solté una carcajada suave.
Harry se bebió la bebida de un trago y sacudió la cabeza.
-Eii, te digo lo mismo, eeh-rió Yina de nuevo.
Harry sonrió e hizo un gesto con la mano indicando más tarde.
Nick apolló el vaso en una mesa cercana y agarra su guitarra eléctrica.
-Es la hora-señaló.
Yina aplaudió con entusiasmo.
Caminamos hacia el escenario y Yina y yo nos quedamos frente a él; en primera fila, mientras la banda de chicos subió al escenario.
La música bajó y un chico moreno y robusto se acercó al micrófono, dándo algunos golpecitos en él.
-¡Hola hola!-grita con fuerza-.Creo que todo el instituto ha esperado este momento durante todo el curso. White Eskimo por fin dará su actuación para nosotros-los alumnos se alborotan y se acercan al escenario-. Está bien, está bien, ya no hablo más. Voy a dejar que el resto lo haga mi buen amigo Harry. Buena suerte!-el curioso presentador abandonó su puesto, dándo una pequeña palmadita en la espalda de Harry, que se acercó con seguridad al micrófono.
La música comienza a sonar. La canción de The Monkees I'm a believer comienza sus primeras notas y Harry empieza a cantar. "I though that love was only true in farytales" . Esas palabras siempre quedarán grabadas en mi corazón. El día que escuché cantar a Harry Styles por primera vez. El publico se alborotó después de esas palabras, cantadas perfectamente por Harry. Yina enloqueció y comenzó a bailar como una loca. Esa escena me divertió y reí una carcajada sonora. Miré como cantaba Harry, y nuestras miradas se cruzaron, me guiñó un ojo. "And then I saw her face. Now I'm a believer" . Yina fue a por más bebida repetidamente, y me trajo un porción cada vez que venía. La canción terminó y los gritos rebotaban en las paredes. Seguida vino otra canción, y otra y otra, hasta que pasó su actuación. Los chicos bajaron del escenario y la gente fue a felicitarles. Nosotras dos nos acercamos a ellos y Yina les entregó un vaso de esa bebida mágica a cada uno de ellos, que bebió con entusiasmo.
-¡Habéis estado increibles! Jamás pensé que cantarías tan bien, Harry. WOW! Yina, cuando vayas más a por esa cosa rosa tan rica, me traes una bien grande.-abracé a Harry.
El se sonrojó.
-Gracias.
-Pss, no hay que darmelas, the truth is the truth- sonreí.
Yina desapareció y volvió a aparecer con nuevos vasos en las manos. Agarré con rapidez y bebí alapar que Harry.
-¿Segura que no lleva alcohol?-pregunté.
-Segurisima.
-OK OK.
Seguida la noche bailamos y yo me solté con los chicos, bailaba con Harry, pero también mantenía conversaciones graciosas con Haydn. Y la verdad es que no dejamos de saborear aquella bebida. ¡Y sin alcohol! Era perfecto. Durante el baile tenía pequeños mareos y alguna que otra caída, pero simplemente lo ignoré. Hasta que en un momento ya no me apetecía más beber, pero Yina insistía y yo y Harry ahcíamos competiciones absurdas como quien bebe más deprisa y esas chorradas, pero nos divertíamos. Y yo me aseguraba cada vez y preguntaba si no llevaba alcohol a Yina, y ella me lo negaba cada vez.
Pero jamás pensé que iba a acabar de aquella manera.

6 comentarios:

  1. Yina está loca!! Seguro que le puso alcohol a la bebida de Jane

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  2. Y a la pobre Jane no le entraban ganas de ir al baño??
    porque madre mia beber tanto ponche te revienta la vejiga xD

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  3. te digo, eres buena, tienes por lo menos un 01% de posibilidades de ganar este concurso http://www.escritores.org/index.php/recursos-para-escritores/concursos-literario/6038-viii-premio-tusquets-de-novela
    presentate antes del 31/05/12 premio: 20.000€ + la publicación de tu novela
    un beso:D

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  4. Me encantaa! estoi viciada a estoooo! eres super buena escribiendo novelaas! Sube mas porfavor que en 2 dias me las e leido todaas(: Un besoo!

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